sábado, 2 de enero de 2016

LAS PUERTAS DE CARTAGENA DE INDIAS.


Cartagena de Indias es en parte, una dinámica y moderna ciudad costera de rascacielos y grandes centros comerciales en constante crecimiento cuyos habitantes viven de la industria, del comercio, del turismo y de la logística, ya que Cartagena es un puerto internacional de gran movimiento comercial. Pero, la Cartagena que nos interesa es la de la Vieja Ciudadela o Ciudad Vieja donde es posible disfrutar de la antigua ciudad colonial rodeada de fuertes murallas y  pintoresca arquitectura, así como de sus destinos de playa, en la misma bahía o en la isla de Barú o las islas del Rosario, de arenas blancas y finas. Cartagena que fue un baluarte irreductible frente a los intentos de los enemigos de España, conserva la atmósfera  que supo tener en su pasado hispánico.
La Vieja Ciudadela es Patrimonio Nacional de Colombia desde 1959 y Patrimonio de la Humanidad desde 1984.

La fortaleza amurallada San Felipe de Barajas, construida sobre el cerro San Lázaro y bautizada en honor al soberano habsburgo Felipe II, constituye todo un ejemplo de arquitectura defensiva hispánica. La fortaleza, con sus anchos y muy altos paredones que protegen pasillos, calabozos y numerosas salas, defendió a la ciudad de corsarios, piratas e invasiones de ejércitos, como el inglés, el francés o el neerlandés, que pretendían saquear la ciudad y sus tesoros.




Pero si bien este bastión, declarado Patrimonio de la Humanidad es deslumbrante, el artículo quiere destacar el encanto de los antiguos portones de Cartagena, puertas de casonas que persisten gracias a conservacionistas que condicionaban a sus a preservarlas.




Con cicatrices de otros tiempos, tan significativas para el ojo atento, o cubiertas con múltiples capas de pintura desde épocas remotas, las personalísimas puertas permiten o prohiben, integran o excluyen, enseñan u ocultan, son opulentas o austeras al hablar de la prosapia de sus propietarios.





Todos diferentes, todos singulares, lustrosos o descascarados, algunos  protegidos por robustas rejas de hierro o puertas cancel,  los portones hablan de un pasado remoto. 






Cartagena de Indias, fundada en 1533 por Pedro de Heredia, tiene una larga historia que contar. Fue uno de los puertos más importantes de la América hispana, por donde entraban esclavos y mercadería, y por donde salía el oro hacia Cádiz, Sevilla o la Cartagena española. La ciudad fue contínuamente asediada por sus riquezas durante los 275 años del dominio español. En 1717, Santa Fé de Bogotá será la cabeza del Virreinato de Nueva Granada , pero Cartagena de Indias será su ciudad más rica. Luego del Motín de Aranjuez de 1808, que marca el fin de imperio español y ya en época independientes, Cartagena atravesó conflictos bélicos importantes. Hacia 1880 estaba en plena ruina y sólo los negros y mulatos descendientes de esclavos eran fieles a la ciudad. 
Pero en el siglo XX, la prosperidad llega nuevamente de la mano de inmigrantes que afortunadamente, saben apreciar el rico legado virreinal que reciben. Uno de ellos, el empresario ligur Juan Bautista Mainero y Trucco, compra cientos de casas coloniales en el centro histórico y las preserva. Gracias a estas iniciativas hoy el turista internacional puede apreciar la Cartagena que fue un bastión español en América, tal como era.









Si las puertas cartaginesas son poderosa evidencia de ese pasado, 
muestran la identidad orgullosa de su propietario, conviviendo con otras  que exponen tímidamente una mirilla, misterioso contacto entre la intimidad interior y un exterior peligroso.


Adornadas con llamadores y aldabas zoomorfas de bronce o de hierro, o con puñitos golpeadores o  a lo sumo remachadas o simplemente desnudas, la variedad de puertas inspira al curioso a tomar fotos de cada detalle. 



Para concluir diremos que caminar por las estrechas y románticas callecitas de Cartagena,  admirar su inexpugnable fortaleza descubriendo algunos de sus numerosos secretos,  conocer sus hermosas iglesias y sus edificios virreinales, disfrutar sus playas, es un paseo fascinante, pero observar y fotografiar las puertas y sus atributos, es un ejercicio estético y placentero. 












 Cartagena de Indias, 2010.

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